Reforzando la Cultura de riesgo dentro de la Cultura empresarial
Cuando hablamos de gestión empresarial, nos estamos refiriendo a una forma eficiente de administración, la cual comprende actividades de planificación, organización, direccionamiento y control de los recursos para el logro de los objetivos. Aunado a esto y con la finalidad de obtener mayores rendimientos y beneficios en los resultados empresariales, es imprescindible que las estrategias sean definidas con la debida objetividad, estableciendo mecanismos de análisis y evaluación para un adecuado desarrollo, crecimiento sostenido y buen posicionamiento de la empresa.
En virtud de lo anterior, se espera que desde la concepción de la estrategia, se identifiquen los riesgos implícitos que puedan impactar el logro de los objetivos en la búsqueda de los resultados deseados. Se dice pues, que toda gestión de riesgos inicia con el compromiso de la Alta Gerencia, enfocando sus esfuerzos para que los procesos se ejecuten con la mayor eficiencia y eficacia posibles para evitar, o reducir sustancialmente, cualquier afectación al negocio.
Cabe destacar que en los negocios siempre existirán riesgos, por lo que identificarlos no es realmente malo, más bien es lo más saludable, porque permite gestionarlos y controlarlos adecuadamente, de manera que -si llegaran a materializarse- la empresa cuente con indicadores clave para actuar oportunamente y así evitar o reducir el nivel de impacto negativo que se pueda generar.
Vale la pena mencionar que el Instituto de Gestión de Riesgos (Institute of Risk Management), en su literatura técnica sobre la cultura de riesgos, utiliza un enfoque para comprender cómo se concibe la cultura del riesgo dentro de la cultura empresarial, describiendo lo siguiente:
- La cultura de un grupo surge del comportamiento repetitivo de sus miembros;
- El comportamiento de sus miembros o del grupo están formados por sus actitudes;
- Tanto las actitudes como el comportamiento están influenciados por la cultura predominante del grupo.
Basado en este enfoque, partimos del hecho que la cultura de riesgo es un marco de actuación que se define como parte de la cultura empresarial y esta última supone ser el resultado de elementos combinados como los valores, supuestos, formas de comunicación, experiencias de negocios, comportamiento, creencias y toma de decisiones estratégicas.
Reforzamos el hecho que una cultura empresarial alineada a la gestión de riesgos permite realizar los análisis y evaluaciones de riesgos antes del lanzamiento de un nuevo producto, de la implementación tecnológica, de la creación de un proyecto nuevo, entre otras, de manera que el análisis determine la incertidumbre que se podrá tener ante ciertos escenarios, previendo cuidadosamente los efectos sobre la toma de decisiones y estimando las posibles pérdidas que se puedan generar.
Finalmente, concluimos que “una adecuada gestión de los riesgos inicia desde la concepción de la estrategia y debe basarse en el tratamiento y control preventivo, lo cual contribuye a prever escenarios futuros y establecer planes de acciones mitigadoras para reducir los niveles de exposición de la empresa”.