La voz del asociado

Si después de tener COVID-19, persisten los síntomas…

Dra. Amaranta Pernett

Neumología y Medicina Interna

 

La enfermedad por COVID-19 puede presentarse con múltiples síntomas, que en promedio mejoran en 10 a 14 días. Después de la fase aguda de la enfermedad, la mayoría de las personas suele recuperarse completamente dentro de las primeras 4 semanas.

Cerca del 10% de las personas pueden experimentar una enfermedad prolongada, cuya duración varía de semanas hasta algunos meses y, a pesar de haberse recuperado, pueden continuar con síntomas, sin que esto signifique que el virus sigue activo en el organismo.

Las personas que tuvieron síntomas moderados o graves y los adultos mayores con patologías crónicas, suelen presentar esta condición más frecuentemente, aunque se ha observado también en personas jóvenes con poca sintomatología durante la fase aguda.

Este síndrome, que se ha denominado “post COVID” o “COVID prolongado”, aún requiere mayor investigación, pero se ha determinado que los síntomas más frecuentes son:

·     Falta de aire

·     Tos

·     Cansancio, fatiga o poca energía

·     Alteraciones de la memoria o concentración

·     Alteraciones en el olfato y gusto

Otros síntomas menos frecuentes podrían ser: pérdida del apetito, dificultad para dormir, dolores musculares, dolor de cabeza, dolores articulares, palpitaciones, lesiones en la piel, ansiedad y hasta pérdida del cabello.

¿Qué podemos hacer si presentamos algunos de estos síntomas?

Es importante consultar con tu médico si a pesar de haber completado los días de enfermedad, aún continúas con síntomas o si han aparecido síntomas nuevos. El médico realizará una evaluación adecuada y podrá determinar si los síntomas son debido a alguna complicación o secuela de la enfermedad, o si corresponde a alguno de los síntomas de COVID prolongado, instaurando el tratamiento adecuado.

Estas son algunas recomendaciones para mejorar los síntomas leves:

1.  Lleva un diario anotando la aparición de nuevos síntomas. Es ideal que anotes todo lo relacionado con los síntomas que tienes. ¿Cuándo aparecen?, ¿Qué los empeora?,¿Qué los mejora? ¿Cuánto tiempo duran? y así será más fácil asociar los síntomas con un diagnóstico más preciso.

2. Si tienes oxímetro en tu casa, mide tu oxigenación diariamente y anótala. También anota la oxigenación cuando aparece algún síntoma nuevo.

3. Mide tu oxigenación durante algún esfuerzo o actividad física. Puedes anotar la oxigenación durante las actividades diarias que realizas. Por ejemplo, al regresar del baño o después de comer. La oxigenación puede variar de una persona a otra. En la mayoría de las personas, un nivel de oxigenación mayor de 95% suele ser adecuado. Consulta con tu médico sobre las recomendaciones en caso de presentar oxigenación por debajo de este nivel al hacer algún esfuerzo o actividad física.

4. Si usas oxígeno domiciliario, debes llevar un seguimiento médico para evaluar la evolución y recibir las recomendaciones adecuadas.

5.  Procura una alimentación balanceada.

6.  Realiza descansos programados y mantén una buena higiene del sueño.

7.  No fumes.

8.  Realiza actividad física de leve a moderada, de preferencia cardiovascular.

9.  Limita el alcohol y la cafeína.

10. Mantén un control adecuado de las enfermedades preexistentes.

Alteraciones de la memoria y concentración

En ocasiones, pueden aparecer síntomas como la falta de concentración, olvidar fácilmente las cosas o la sensación de no poder pensar con claridad. Estos síntomas suelen ser pasajeros. En caso de que no mejoren, puede ser necesaria la evaluación de un especialista.

Algunos consejos para mejorar la concentración y memoria

1.  Planifica las actividades y distribúyelas a lo largo del día.

2.  Prioriza las actividades que sean más importantes.

3.  Realiza descansos programados.

4.  Realiza actividad física.

5.  Descansa cada vez que lo necesites.

6.  Solicita ayuda o delega funciones de ser necesario.

7. Realiza ejercicios respiratorios.

8.Tómate el tiempo necesario para realizar tus actividades. Algunas de ellas se pueden posponer y programar para realizarlas más adelante.

Si presentas alguno de estos síntomas después de recuperarte de COVID-19, recuerda que mejorarán con el tiempo. Si los síntomas limitan tus actividades diarias o si persisten más allá de 4 semanas después de la recuperación de la enfermedad, es recomendable una evaluación médica oportuna.

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